miércoles, 20 de mayo de 2009

"Entre el crecimiento económico y la insatisfacción social"



Así ha sido titulado el reciente libro, editado por Romeo Grompone y Martín Tanaka, que reúne un conjunto de casos que permiten comprender no sólo la dinámica de las protestas sociales; sino que, de modo particular, a los movimientos sociales peruanos en su actual contexto socio político.

Los casos que se presentan son parte de lo que los editores denominan ‘las nuevas relaciones entre protestas sociales y política’; estos casos emblemáticos tuvieron lugar durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006), pudiéndose tener hoy una mejor interpretación de los hechos.

Entre los casos vistos se tiene el conflicto por la Municipalidad de Asillo en Puno, el conflicto en torno al magisterio en Ayacucho, las protestas cocaleras en el valle del río Apurimac, y el caso de los conflictos entre comunidades y la empresa minera Yanacocha en Cajamarca.

En este último caso de Carlos Meléndez, titulado Movilización sin movimientos, se describe y analiza principalmente el conflicto suscitado en Quillish, teniendo como antecedente principal el derrame de mercurio en Choropampa. En el estudio se observa la cronología de hechos, los actores del conflicto, las instancias gubernamentales (gobierno regional y local), los espacios de concertación como las mesas de la CAO, CTAR y MCLP.

El autor se pregunta: ¿De qué manera un conflicto entre una empresa minera y las comunidades aledañas a su actividad puede convertirse en una movilización regional que involucra a una diversa complejidad de actores en un escenario político caracterizado por la fragmentación y la ausencia de mecanismos institucionalizados de intermediación? De lo que concluye:

· El derrame de mercurio de Choropampa (2000) es un hito en la relación entre la ciudadanía cajamarquina y la empresa Yanacocha, en tanto se pone en duda la “modernidad” y las medidas de cuidado ambiental de la empresa minera, y permiten el protagonismo de ong’s ambientalistas.

· El conflicto que surge en Quillish, no se basa necesariamente en hechos y datos objetivos, sino en impresiones, creencias e interpretaciones de ambas partes.

· Por parte de las autoridades estatales, no se tiene pronta respuesta al conflicto, en la medida que consideran que las medidas de represión pudieran ser suficientes para evitar una movilización. Hasta agosto del 2002 las movilizaciones eran casi en su totalidad rurales.

· Los activistas ambientales (Marco Arana, Iván Salas) y las autoridades locales de segundo nivel conforman un espacio de interlocución con Yanacocha que no existía al principio.

· La mediación se desenvuelve en un marco precario, sin pasar por canales institucionalizados de representación. Así, estas movilizaciones tienen un cariz de estallido social, pero no de movimiento social.

· Si bien la protesta logra un amplio nivel de movilización al involucrar a toda la región; pero a pesar del retiro de Yanacocha de Quillish, su triunfo es provisional.

· Si bien existe una cadena de mediadores que actúan con eficacia, a pesar de la ausencia de canales institucionalizados ni actores políticos orgánicos; esta cadena no produce un movimiento social orgánico, sostenible y con propuestas que trasciendan la movilización. El éxito de las cadenas se reduce al estallido social; por sus limitaciones las demandas de fondo se mantienen y los problemas quedan irresueltos.

Grompone, Romeo, ED.
Entre el crecimiento económico y la insatisfacción social. Las protestas sociales en el Perú actual/ Romeo Grompone, Martín Tanaka, eds. Lima, IEP, 2009.

Pedro Rodriguez Osorio

ProDiálogo

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